Recolectores de Santa Cruz, Potosí, Sucre Cochabamba y Riberalta reciben motocarros para mejorar su trabajo

Recolectores de Santa Cruz, Potosí, Sucre Cochabamba y Riberalta reciben motocarros para mejorar su trabajo

 

Fundación Coca-Cola de Bolivia, a través de PNUD, donó nueve motocarros a agrupaciones de recicladores de Santa Cruz, Potosí, Cochabamba, Sucre y Riberalta. Luego de un año difícil marcado por la pandemia, los trabajadores reciben los vehículos con la esperanza de mejorar su calidad de vida y optimizar la tarea de recolección.

EPÍGRAFE DE FOTO: Karina Rivero (adelante) y Neida Tamayo, de la Red de Recolectores, prueban uno de los tres motocarros que están a su cargo.

Santa Cruz, marzo 2021.- Con los ojos llenos de felicidad, María Benita Ortiz se emociona al recibir los tres motocarros donados a la agrupación de recicladores Bolivia Unida. Como presidenta de este grupo de trabajadores, que aglutina a diez asociaciones de recicladores y beneficia a unas 200 familias, ve en estos vehículos la esperanza de mejorar la calidad de vida de los trabajadores y optimizar su tarea. “Es un sueño hecho realidad. Nuestro trabajo será más digno ya que nuestro principal problema es la falta de transporte”, afirma.

Bolivia Unida, es una de las tres agrupaciones de recolectores que opera en Santa Cruz de la Sierra, donde más de 5 mil familias viven de la recolección de residuos. Los vehículos fueron donados por la Fundación Coca-Cola Bolivia y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el marco de la alianza con Roots For Sustainability (R4S) y la Fundación para el Reciclaje (Fundare).

Los motocarros permitirán a los recolectores reciclar cinco veces más de lo que hacen a pie. Por ejemplo, en una jornada de trabajo podrán recolectar desde 300 kilos hasta 600 kilos -la capacidad máxima de los motocarros-. “Ahora reciclamos 150 kilos de plástico por día, caminando un promedio de 10 horas. Con el motocarro podremos reciclar hasta 600 kilos en cuatro horas”, señala Karina Rivero, presidenta de la Red de Recolectores, que reúne a trabajadores de 800 familias.

 

EPÍGRAFE: Maria Benita Ortiz, Presidenta de la agrupación de recolectores Bolivia Unida de Santa Cruz, recibió los tres motocarros

 

El 2020 fue un año duro para los recicladores: sus operaciones se vieron limitadas por las restricciones de la cuarentena y constituyen además un grupo vulnerable que trabaja expuesto a los residuos. Esta donación llega como un aliciente para llevar adelante su actividad de forma más segura. Los equipos entregados disminuirán el tiempo de trabajo y el riesgo de contagio de Covid-19. A finales de febrero, las asociaciones de Santa Cruz con mayor cantidad de socios recibirán tres compactadoras y equipos de protección personal, barbijos, guantes, sombreros, entre otros.

Desde Coca-Cola Bolivia se renueva el compromiso de trabajar junto a los recolectores durante 2021, en esta oportunidad de la mano del PNUD, encargado de viabilizar los recursos para la compra de nueve motocarros, tres para Santa Cruz, dos para Potosí, dos para Sucre, uno para Cochabamba y uno que se entregará a recicladores de Riberalta.

Claudia Fernández, en representación de la Fundación Coca-Cola de Bolivia, explica que la donación forma parte del trabajo que se viene haciendo hace dos últimos años con las asociaciones de recolectores. “Nuestra intención con esta entrega puntual es continuar fortaleciendo a las asociaciones en su consolidación dentro de la cadena de valor del reciclado. Su trabajo será menos manual y tendrá mayor cobertura”, señala.

Fundación Coca Cola y PNUD Bolivia, son aliados estratégicos para promover la reactivación económica de microempresas más vulnerables que se han visto afectadas por la pandemia. “Alrededor de esta colaboración se pretende mejorar las condiciones de trabajo de asociaciones de recicladores que, al verse una mayor cantidad de tiempo expuestos a residuos sólidos, aumentan su riesgo de contagio”, afirma la Coordinadora del área de Desarrollo Inclusivo del PNUD, Gricel Ávila.

 

Este compromiso se enmarca en el compromiso global de vivir en Un Mundo Sin Residuos, cuyo objetivo es recolectar y reciclar el 100% de los envases puestos en el mercado para el 2030.

 

 

 

 

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