Tratamientos mínimamente invasivos, una alternativa innovadora que representa gran demanda a nivel mundial.
En el año 2020, la ISAPS informó que los tratamientos no quirúrgicos para el rejuvenecimiento facial representaron el 83,4% del total de tratamientos estéticos realizados mundialmente.
Evidentemente, el concepto de belleza ha ido evolucionando gracias a la transformación tecnológica enfocada en los patrones subjetivos que definen los atributos y cualidades que generan un atractivo social. Es por ello, que en años anteriores la exageración en la aplicación de productos faciales era reflejado como protección. No obstante, al pasar del tiempo esta percepción cambió a una caracterización vulgar, sin embargo, el “ideal” actual va enfocado en la naturalidad y la perfección facial.
De esta forma, la estética se convierte en un arte que maneja una necesidad de constancia y técnica. Por lo tanto, los tratamientos estéticos funcionan para prevenir, balancear y mejorar la apariencia física, la cual maneja un estado emocional de satisfacción. Sin embargo, el impacto de las redes sociales, la presión publicitaria, mediática y social, impone cánones de belleza extremos que pueden ocasionar decisiones desacertadas y perjudiciales, con la intención de aproximarse a un “estereotipo ideal”.
En las redes sociales se percibe constantemente la presión estética, generando en la sociedad idealización y admiración de ideales. Estos estereotipos de belleza son difíciles de conseguir, pero se propenden a idealizar, impactando directamente el bienestar y la salud mental. Por tal razón, hombres y mujeres están optando por procedimientos mínimamente invasivos, los cuales han tenido gran aceptación en el mundo del espectáculo, debido a los resultados en cada uno de los tratamientos empleados. Por eso mismo, las técnicas integrales son una excelente opción para prevenir y rejuvenecer la piel facial.
Una elección natural que genera gran atractivo social
En conversaciones con la Doctora Beatriz Lam, que une la medicina homeopática y cosmética, experta en medicina estética asentada en La Florida, confirma que las personas que acuden a este tipo de procedimientos buscan naturalidad.
“El poder transformador del tratamiento cosmético debería ser imperceptible, debido a que un buen inyectable, nunca puede ser detectable”, afirma la experta Beatriz Lam.
De esta manera, cada producto tiene que estar certificado, asimismo debe comprobar que la zona aplicable es un factor clave para que el resultado quede totalmente adecuado para el paciente. Es así como Beatriz utiliza productos en sus técnicas avalados por la Administración de Alimentos y Medicamentos, agencia del Gobierno de los Estados Unidos que aprueba todos los procedimientos a realizar.
Estos resultados de tratamientos cosméticos no dependen únicamente de los productos sino del especialista y como este los desarrolle. “No es recomendable cambiar de especialista a la hora de realizarse un tratamiento, debido a que la constancia y la técnica de cada profesional se maneja de forma diferente, por eso, con mis pacientes buscó generar mejoría desde la constancia en cada uno de los procesos. Para así ocasionar u obtener un resultado satisfactorio”, afirma Beatriz Lam.