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FUE UNA RESISTENCIA ESPARTANA

FUE UNA RESISTENCIA ESPARTANA

Roberto Méndez, periodista y profesor
*“Preparad la olla común y alimentaos bien porque esta noche cenaremos en el infierno*… defendiendo nuestra rotonda de la irrupción de grupos de choque alineados al Movimiento al Socialismo”, hubiera expresado el célebre espartano Leónidas como lo dijo cuando, con un puñado de 300 hombres cuando contuvo al rey persa, Jerjes y sus 250 mil hombres armados hasta los dientes que llegaron para invadir Grecia y hacerlos sus esclavos.
Pero no había necesidad de ello porque en cada rotonda y en cada anillo existía un cruceño, un paceño o una mujer cochabambina o chuquisaqueña, o de cualquiera de las 9 regiones del país, o del exterior que, amante de este suelo acogedor, estaba dispuesto a defenderlo, exigiendo libertad, democracia y sobre todo justicia social por medio de un censo cuyos resultados, mañosamente pretendían ser postergado por cálculos políticos para después del 2025.
Pero no, ahí estaban aquellos que decían orgullosamente *“que el cruceño nace donde quiere”* que, con su pitita, su llanta y su bandera rojo amarillo y verde, blanco o verde o la de su propia región, que estaba firme para convertirse en un legionario más, durante estos 23 días de resistencia.
En la historia, ocurrida hace 480 años antes de Cristo, entre los meses de septiembre y octubre, en la batalla de Termópilas, -llamada así porque las aguas son calientes en esa zona, según cuenta el historiador Herodoto- con valentía, Leónidas y sus 300 soldados pasaron a la inmortalidad porque fueron capaces de ofrendar su vida, no sin antes mandar un soldado emisario a Atenas, para que se organicen y continúen con el mismo espíritu, en la nueva batalla.
Su pedido fue simple: “Recordadnos… -La más sencilla de las órdenes que un rey pueda dar-. Recordad por qué morimos. No deseaba homenajes; canciones; monumentos; o poemas de guerra y valor. Su deseo era sencillo; sólo… Recordadnos… Fue lo que me dijo. Esa era su única esperanza; que a toda alma libre que pase por ese lugar; en los innumerables siglos que están por llegar; desde las piedras milenarias; nuestras voces puedan susurrar; decid a los espartanos caballeros, que aquí, por la ley espartana; yacemos.
Mucho he reflexionado sobre las enigmáticas palabras de victoria, por parte de mi rey y el tiempo le a dado la razón. ¡Y de griego libre, a griego libre, se transmitió el mensaje de que el valeroso Leónidas y sus 300 hombres, tan lejos del hogar, entregaron la vida, no solo por Esparta, sino por toda Grecia, y por la promesa que este país representa! Y aquí, ahora, en esta escarpada tierra llamada Platea…¡las hordas de Jerjes se enfrentan a la aniquilación!”, contó el enviado.
Y así fue como en la próxima batalla, en Platea, la invasión Persa fue aniquilada y obligada a retroceder y todo para defender que un pueblo como Grecia, cuna de la civilización y de la democracia, no viva oprimida por la esclavitud.
Por eso es que en esta contienda por el censo, *Santa Cruz ha ganado y ha ganado Bolivia*, porque en limpio ha quedado fija la idea que no estamos dispuestos a tiranías ni a dictaduras disfrazadas de democracia, que nos conduzcan a vivir como Venezuela o Cuba.
Y que desde Santa Cruz enfrentamos a esos grupos de choque que aliados con una policía salvaje que disparaba a matar, les pusimos freno y en esta batalla se ha logrado que, según la promesa del presidente Luis Arce, los recursos económicos, así como la nueva configuración política, de acuerdo a dónde se encuentren concentrados los bolivianos, sea ejecutada en septiembre del 2024.
En suma, *Santa Cruz ha ganado y Bolivia ha ganado*, en esta contienda que nos ha dejado tres muertos, muchos heridos y encarcelados y muchos periodistas malogrados y que ha tenido como gran perdedor a un sistema socialista que ha sido desnudado en su máxima expresión y que le costará mucho recuperar su capital social para las elecciones presidenciales del 2025.
Y hemos ganado también porque hemos posicionado el mensaje que desde Santa Cruz, se puede refundar Bolivia con un nuevo sistema de organización política que permita que los recursos económicos sean mejor distribuidos entre las regiones y que el *gobierno central no se apropie del mayor pedazo de la torta* para beneficio de una casta criminal que solo piensa empernarse en el poder.