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Bolivia logra un hito sanitario internacional, con ausencias que preocupan

Bolivia logra un hito sanitario internacional, con ausencias que preocupan


 

*París, mayo de 2025*. En el marco de la 92.ª Asamblea General de Delegados de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), Bolivia fue reconocida oficialmente como país libre de fiebre aftosa sin vacunación, un estatus sanitario de alto valor que marca un antes y un después para la ganadería nacional y el posicionamiento del país en los mercados internacionales. Este reconocimiento es el resultado de 24 años de esfuerzo técnico continuo, incluyendo 48 campañas sistemáticas de vacunación implementadas desde el año 2001, bajo un modelo de cogestión sanitaria público-privada liderado por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG), con el firme compromiso de LAS FEDERACIONES que pertenecen CONGABOL. La delegación técnica Boliviana, conformada por representantes del SENASAG, federaciones ganaderas y frigoríficos exportadores, estuvo presente en París para recibir la distinción. Sin embargo, llamó profundamente la atención la ausencia del Ministro de Desarrollo Rural y Tierras ni el Director Nacíonal del SENASAG cuya presencia habría representado el respaldo político e institucional que un logro de esta magnitud merece. Esta omisión cobra mayor relevancia considerando que el sector exportador de carne boliviana viene enfrentando, desde hace meses, restricciones impuestas por autoridades nacionales que limitan el comercio exterior, contradiciendo los esfuerzos técnicos del país y afectando gravemente la generación de empleo, divisas y desarrollo regional. Bolivia no solo ha cumplido con los más altos estándares de sanidad animal, sino que se ha sumado a un grupo muy reducido de solo 67 países en el mundo reconocidos por la OMSA como libres de fiebre aftosa sin vacunación, lo cual abre oportunidades en mercados estratégicos que valoran este estatus como Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y otros destinos de alto valor. Este avance no es solo técnico. Tiene implicancias directas para el posicionamiento internacional de Bolivia como proveedor de alimentos seguros, confiables y con trazabilidad, en un contexto mundial donde la seguridad alimentaria y la estabilidad del suministro de proteínas son cada vez más prioritarios. Por eso, preocupa la falta de una agenda política clara para aprovechar este nuevo estatus sanitario. Se requieren con urgencia estrategias de apertura comercial, negociaciones sanitarias bilaterales y un compromiso institucional real para impulsar la diplomacia sanitaria, consolidar mercados y fortalecer la marca país de la carne boliviana. Este momento histórico debe ser motivo de orgullo para todo el sector agropecuario nacional, pero también debe marcar el inicio de decisiones políticas valientes y coherentes que aseguren el aprovechamiento pleno de esta ventaja estratégica. Debemos aprovechar este momento para capitalizar oportunidad de vender carne al mundo.